Por Liudmila Peña Herrera
Para Abdiel, así, con todas sus letras
Dicen que hay un abismo de tiempo entre el mar y la tierra. Que no se puede cruzar el océano porque cuestan demasiado los pasajes, que las empresas telefónicas aprovechan las distancias. Cuentan que los perros ladran a la luna enviando mensajes de amor que nadie escucha. Y las aguan van y vienen. Y la isla sigue flotando en sus amaneceres, hasta que un náufrago la encuentre, solitaria.
Los cocoteros se cansan de soportar el peso de la fruta y la dejan estallar contra las rocas porque nadie llega. Y las sirenas extrañan los piropos de los navegantes borrachos después de gastarse el último botín. Y los papagayos callan y el tesoro no existe. Y las aguan van y vienen. Sigue leyendo